El precio del dólar, la disminución de la deuda pública en dólares y la evolución reciente de la inflación mayorista fueron uno de los temas que abordaron.
El economista Roberto Cuchetti analizó los principales indicadores económicos de la actualidad argentina en una entrevista con MNews Radio, El Observador Mendoza. Entre los temas abordados se destacan la baja en el precio del dólar, la disminución de la deuda pública en dólares y la evolución reciente de la inflación mayorista.
"La deuda pública en dólares cayó 11.900 millones tras el acuerdo"
Según Cuchetti, la baja del dólar responde en gran medida a la liquidación de la cosecha gruesa, incentivada por la vigencia temporal de retenciones más bajas. Esto habría apurado a muchos exportadores a fijar precios, aprovechando los valores actuales.
"Empieza a haber pocos incentivos para esperar una suba: ya se está fijando precio de operaciones"
Además, señaló que la baja de la deuda en dólares es otro dato positivo. El gobierno ha logrado contener su crecimiento gracias al superávit fiscal y a la recompra de bonos, en algunos casos pagando intereses y cancelando compromisos en moneda extranjera.
"Fue una buena semana para el gobierno: deuda a la baja e inflación mayorista positiva"
Respecto de la inflación, Cuchetti explicó que los datos mayoristas muestran un proceso de estabilización. Se espera una inflación minorista entre el 1,5% y el 1,8% mensual, con un arrastre moderado desde mayo.
"La inflación mayorista fue positiva, y eso anticipa cierta calma para los precios minoristas"
También destacó que la inflación mayorista se calcula punta a punta y que se compone mayormente por bienes, con escasa participación de servicios. El dato reciente refleja una tendencia favorable, aunque no implica un descenso abrupto.
En relación con el impacto de la política económica sobre los sectores vulnerables, Cuchetti fue enfático:
"Nadie va a hacer más por los sectores de menores ingresos que quien logre bajar la inflación de forma real"
Cuchetti comparó la situación actual con períodos históricos como los años 90 y la poscrisis de 2001-2002, cuando hubo inflación baja y superávit fiscal. Afirmó que los gobiernos que lograron controlar esos dos factores permitieron mejoras reales en los ingresos y el empleo.
"Subestimar el problema de la inflación es no entender la realidad actual"
También advirtió sobre los riesgos de regresar a un esquema de déficit crónico y alta inflación, lo que estanca salarios y limita el crecimiento.
"La confianza en el gobierno se sostiene porque hay una comprensión clara de estos procesos"
Finalmente, afirmó que la mejora en los salarios reales de los sectores más bajos, de sostenerse, podría tener consecuencias electorales favorables para el oficialismo, más allá de las lecturas políticas, como una señal del mercado frente a la estabilización.